Digamos que necesitas medir algo con una regla y la longitud es de 10 centímetros. Si tuviera que medir la línea con mi regla, también serían 10 centímetros. Las reglas marcadas en centímetros son todas iguales: los fabricantes de reglas marcan los centímetros, o cualquier otra distancia, de acuerdo con un estándar establecido.
Ahora tome cualquier tarjeta de crédito: su tamaño es el mismo que cualquier otra tarjeta de crédito. Si no fueran lo mismo, los bancos tendrían dificultades para desarrollar cajeros automáticos (ATM) que pudieran leer tarjetas de crédito en diferentes tamaños. Nuevamente, hay un estándar que define este tamaño.
Nuestro mundo está hecho de estándares, es decir, conjuntos de reglas acordadas que nos dicen cómo hacer algo. Los estándares existen en todos los campos, incluidos los de atención médica, aeroespacial, construcción, medición y tecnología e Internet, donde se denominan estándares digitales. Por ejemplo, las letras del alfabeto en un teclado en inglés, incluidas las que aparecen en nuestros dispositivos móviles, siguen el mismo patrón, llamado 'QWERTY' (la próxima vez que escriba, intente identificar dónde están estas letras en su teclado o en su teclado).
Los estándares digitales incluyen estándares técnicos (relacionados con el funcionamiento de la infraestructura de Internet), web (relacionados con el uso del contenido) y estándares móviles (relacionados con la forma en que se comunican los dispositivos móviles).
Los estándares y servicios técnicos de Internet forman la infraestructura que hace que Internet funcione e incluyen el Protocolo de control de transmisión/Protocolo de Internet (TCP/IP), el sistema de nombres de dominio (DNS) y la capa de conexión segura (SSL). Los estándares garantizan que el hardware y el software desarrollados o fabricados por entidades desarrolladas puedan funcionar juntos de la mejor manera posible. Por lo tanto, los estándares guían a la comunidad técnica, incluidos los fabricantes, para desarrollar hardware y software interoperables.
El Protocolo de control de transmisión/Protocolo de Internet (TCP/IP) es el principal estándar técnico de Internet. Se basa en tres principios: conmutación de paquetes, redes de extremo a extremo y robustez. La gobernanza de Internet relacionada con el TCP/IP tiene dos características importantes: la introducción de nuevos estándares “un aspecto que comparten los estándares técnicos en general” y la distribución de números IP, que se explica con más detalle en la sección de números IP.
La relevancia de establecer o implementar estándares en un mercado de tan rápido desarrollo otorga a los organismos de normalización una cantidad considerable de influencia. Las normas técnicas tienen consecuencias económicas y sociales de largo alcance, ya que promueven intereses específicos y alteran el equilibrio de poder entre empresas en competencia y/o intereses nacionales. Los estándares son esenciales para Internet.
Dada la controversia que rodea cualquier cambio en los estándares básicos de Internet, es probable que las mejoras relacionadas con la seguridad en el protocolo básico de Internet sean graduales y lentas. Sin embargo, se están comenzando a implementar pasos decisivos en esta dirección, siendo las Extensiones de Seguridad del Sistema de Nombres de Dominio (DNSSEC) un buen ejemplo ilustrativo. Luego de casi 12 años de investigación, pruebas y debates dentro de la comunidad técnica, DNSSEC se implementó por primera vez para algunos dominios de nivel superior con código de país (ccTLD). Desde 2010 también se ha implementado a nivel de servidor raíz. Sin embargo, existen más desafíos en la adopción a gran escala de este nuevo estándar de seguridad por parte de los registradores de nombres de dominio, los proveedores de servicios de Internet (ISP) y los propietarios de sitios web.
El acelerado crecimiento de la Web exige definir estándares en diversos frentes. Pero los estándares deben ser analizados cuidadosamente y definidos mediante consenso por parte de los afectados, lo cual demora y dificulta ofrecer el dinamismo que exige el mundo digital. ¿Será que el mecanismo para definir e implantar estándares debe ser replanteado para ajustarse a las exigencias y dinamismo propio del mundo digital?
Los estándares y las normas que los controlan evolucionan en forma permanente, los invitamos a permanecer actualizados de estos cambios con los programas de nuestro portafolio.