Los vínculos afectivos son las relaciones emocionales que establecemos con otras personas desde que nacemos y que nos permiten sentirnos seguros, queridos y apoyados. Sin embargo, estos vínculos no solo dependen de nuestra experiencia personal, sino también de la historia de nuestra familia y de los secretos o traumas que se han transmitido de generación en generación. En este artículo vamos a explorar cómo la psicología transgeneracional y el inconsciente familiar influyen en la creación de vínculos afectivos, tanto positivos como negativos, y cómo podemos liberarnos de las cargas que no nos pertenecen.

La psicología transgeneracional es una corriente que estudia cómo los acontecimientos o experiencias traumáticas de nuestros antepasados pueden afectar nuestra personalidad, comportamiento, salud y relaciones. Estos traumas pueden ser guerras, migraciones, violencia, abusos, pérdidas, abortos, infidelidades, etc. Cuando estos traumas no son elaborados ni expresados por quienes los sufren, se convierten en secretos familiares que se guardan en el inconsciente colectivo del clan y se transmiten de forma simbólica o sintomática a las generaciones siguientes.

El inconsciente familiar es la parte del inconsciente individual que almacena la información genética, emocional y simbólica de nuestra familia. Es como un archivo que contiene los datos de nuestros ancestros, sus nombres, fechas, lugares, profesiones, creencias, valores, etc. También contiene los programas o mandatos familiares que nos indican cómo debemos ser, pensar o actuar para pertenecer al clan. Estos programas pueden ser positivos o negativos, explícitos o implícitos.

La influencia de la psicología transgeneracional y el inconsciente familiar en la creación de vínculos afectivos se puede observar en varios aspectos. Por ejemplo:

• Se puede repetir un patrón de relación disfuncional que se ha dado en la familia, como la dependencia emocional, el maltrato, la infidelidad, el abandono, etc.

• Identificar y analizar el contexto interno y externo.

• Se puede sentir una lealtad inconsciente hacia algún ancestro que sufrió algún trauma o injusticia y tratar de repararlo o compensarlo con nuestra vida.

• Se puede asumir un rol o una misión familiar que no nos corresponde o que no nos hace felices, como ser el salvador, el mediador, el chivo expiatorio, el portador del síntoma, etc.

• Se puede experimentar una dificultad para crear vínculos afectivos sanos y satisfactorios por miedo al rechazo, al compromiso, a la intimidad o a la pérdida.

Como hemos visto, la psicología transgeneracional y el inconsciente familiar tienen una gran influencia en la creación de vínculos afectivos. Sin embargo, esto no significa que estemos condenados a repetir los errores o sufrimientos de nuestros antepasados. Podemos liberarnos de las cargas que no nos pertenecen y crear nuestra propia historia. Para ello es necesario hacer un trabajo de autoconocimiento e indagar en nuestra genealogía y en los secretos familiares que puedan estar afectándonos.

También podemos recurrir a la ayuda profesional de un psicoterapeuta especializado en psicología transgeneracional que nos guíe en este proceso. Al liberarnos de las cargas transgeneracionales podremos crear vínculos afectivos más auténticos, libres y plenos.

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